jueves, 23 de febrero de 2012

Los Olmecas






Sabías que nadie conoce el nombre de esta  civilización...






Árbol del hule



Este nombre se lo asignaron los mexicas, en una de sus tantas expediciones encontraron vestigios de una civilización ya acaecida hace muchísimo tiempo, como en el lugar había muchos arboles de hule (es una resina que se extrae del árbol para producir caucho), le llamaron la ollman, es decir olmecas que significa región del hule.  



Selva 

La cultura inicia su existencia en el año 1200  antes de cristo y termina en el año 100 antes de cristo, entonces esta civilización vivió durante 1100 años en este tiempo desarrollaron construcciones importantes sobre un medio geográfico totalmente adverso imagínense era una zona pantanosa, los ríos representaban las únicas vías de comunicación posibles y construían sobre montículos, porque la zona se hundía con regularidad, es una zona muy calurosa, cuando Hernán Cortés pasó por Tabasco y Veracruz le llamo el infierno verde.

Villahermosa, Tabasco.
Sus sitios importantes hasta ahora encontrados son la Venta, era una isla de 5km. de extención, en este sitio se levantaron los mejores edificios y se han encontrado tumbas reales, y sus pisos eran de mosicos representando la cara de un jaguar, el segundo sitio se llamaba Tres Zapotes, se encontraba cerca del río Hueyapan, ocupa una exención de 3km y en este sitio se encontraron más de 50 montículos y la ultima zona era San Lorenzo este fue edificado sobre una enorme plataforma artificial de 500 metros de altura. Esto hizo a los olmecas grandes constructores y capaces de sobrevivir a una zona geográficamente adversa, pues las condiciones eran muy extremas. 

guerrero jaguar

Su estructura social estuvo definida por una casta sacerdotal, que estudiaba escritura, arquitectura, escultura, matemáticas y astronomía de hecho ellos fueron los que inventaron el calendario, habían militares que ejercían el poder junto con los sacerdotes, y los artesanos que se dedicaban a la carpintería, cestería, alfarería y los lapidarios, también se lee en algunos textos que ya trabajan el acero.



Jaguar


Su dios principal era el Jaguar dios de la tierra y el inframundo, los chaneques dios de la lluvia y el huehuetéotl  dios del fuego. De esta forma resumimos la cultura madre, si alguna vez tienen la oportunidad de visitar el estado de Tabasco no se olviden de pasar al museo de la venta. 

martes, 7 de febrero de 2012

La Historia se piensa desde el presente...

 De la necesidad de saber

¿Cómo la cosa (cualquiera que esta sea) de Hoy llego hacer?

El presente te obliga a preguntar que sucedió en el pasado.


Todos somos protagonistas de la historia No testigos. Por lo tanto,

No se enseña Historia se Construye.



    INSTRUCCIONES: Relaciona las siguientes columnas, utiliza tres colores diferentes, azul, verde y rojo para identificar cual le corresponde al inciso a) cual al b) y  por ultimo al c). Encontrarás varias opciones, el objetivo es que puedas relacionarlas todas.



Nos permite conocernos mejor.

a) La Historia es una ciencia que....
El hombre se pregunta ¿Qué, quienes cómo y por qué? De las cosas  presentes.



Nos ofrece una explicación útil para enfrentar su vida presente y futura.


b) La Historia existe cuando...
No cometeríamos los mismos errores de generaciones pasadas.


Reconstruye, Narra y  Explica Procesos Sociales.



Cuando el hombre comprende sus causas, orígenes y  motivaciones de los diversos procesos sociales.
c) La Historia sirve para...


Sabríamos que rutas ha seguido nuestro modo de ser en cada momento histórico.

BLOQUE I: CATEGORÍAS TEORICO METODOLÓGICAS DE LA HISTORIA


INSTRUCCIONES: Lee con atención la siguiente entrevista realizada  al Historiador Álvaro Matute y en tu libreta escribe un comentario de media cuartilla acerca de sus apreciaciones teóricas
En una entrevista exclusiva, Álavaro Matute—uno de los historiadores más destacados de México— habla con pasión de esta disciplina, a propósito del mes patrio
En El Quijote, Cervantes la llamó “émula del tiempo, depósito de las acciones, testigo de lo pasado, ejemplo y aviso de lo presente, advertencia de lo por venir”. Con todo, mucha gente aún se pregunta si la historia tiene alguna finalidad, si sirve para algo. Álvaro Matute, investigador emérito del Instituto de Investigaciones Históricas de la UNAM, dice, con voz pausada y clara, como si estuviera frente a sus alumnos de la Facultad de Filosofía y Letras:
—Hay una clave para contestar esta interrogante, siempre pertinente: debemos hablar de la historia como “nuestra historia”. La historia es algo que nos pertenece. Cuando decimos “nuestra historia”, no la contemplamos como algo ajeno a nosotros, sino como algo que forma parte de nuestro ser. Algunos pueden pensar que la historia es, como diría Descartes, viajar a otros países, verlos y regresar a casa. Si decimos, en cambio, “nuestra historia”, estamos conscientes de que nos constituye en tanto seres humanos. Estamos comprometidos con ella porque nos aporta mucho. Ahí está la diferencia. No se trata de ponerle límites geográficos. Nuestra historia es la del mundo, la del continente americano, la de Latinoamérica, la de México y así, sucesivamente, hasta la de Iztapalapa o de la colonia Roma. En fin, todo lo ocurrido en el planeta es historia nuestra. Finalmente, como seres humanos, todo nos pertenece, nos concierne, nos compete. Claro, resulta más vital e interesante aquella historia que dice más directamente algo de nosotros.
—Entonces, ¿sí es necesario estudiarla?
—Desde luego, porque la historia nos rodea. Transitamos por calles y lugares cuyos referentes históricos son múltiples. Afortunadamente, aquí, en México, no tenemos esa nomenclatura de calles por número, que puede ser muy práctica pero que despoja de cierta identidad. No es lo mismo decir “nos vemos en la esquina de avenida Juárez y San Juan de Letrán” (hoy eje Central Lázaro Cárdenas), que “nos vemos en la esquina de la 15 y la 34...” En fin, son referentes. Cuánto mejor si sabemos algo más de ellos. Por otro lado, si nos bajamos del Metro en la estación Zapata, ello implica que hubo un señor llamado Emiliano Zapata, y si en un momento dado nos preguntamos qué hizo, entonces nos metemos automáticamente en la historia. Asimismo, cuando comemos mole o chiles en nogada, quizás no sea necesario tener la certeza de que unas monjas le preparaban estos platillos a Iturbide. Pero, indudablemente, son productos históricos y su permanencia se debe a que la gente ha conservado el gusto por ellos a lo largo de los años. Saber algo de su origen es un elemento que nos identifica. Ahora bien, conocer su razón de ser en el mundo no nos servirá para comer mejor o peor la próxima vez que asistamos a un banquete de mole o chiles en nogada, pero algo queda en nosotros cuando sabemos de dónde vienen, que están elaborados con diferentes ingredientes, propios y ajenos.
—¿Cómo nació la historia?
—Primero fue el mito, la narración mitológica; después llegó el relato pormenorizado de lo acontecido. Herodoto estableció que la historia es la gran narración de hechos investigados. Desde el punto de vista de la prospectiva, es considerada una rama de la literatura, aunque tiene su dosis científica porque intenta ofrecer conocimientos precisos. Por lo demás, la gran historia siempre será la que esté bien narrada.
—¿Cuál es el compromiso del historiador?
—Ofrecer certidumbre, garantizar que lo que dice o escribe efectivamente ocurrió. Esto no siempre es fácil porque de tanto en tanto puede surgir un hueco, como en un gran rompecabezas: se infiere o se intuye qué falta, pero no está ahí. A veces una inferencia permite llenar el hueco y el misterio se resuelve, pero otras lo mejor es saltarse dicho hueco. Si sabemos de dónde partió un hecho histórico y en dónde desembocó, tenemos la oportunidad de inferir qué pudo haber pasado en medio, siempre y cuando, ¡claro!, lo faltante no sea aquello que nos haga llegar a conclusiones, aquello que nos comprometa demasiado. Ahí estaría esa cientificidad que nos reclama el compromiso de ofrecer certidumbre. Para eso, desde luego, hay toda una metodología que es parte de la formación y la práctica de los historiadores.
—¿Actualmente se subestima la historia?
—El desdén hacia el trabajo humanístico, incluido el histórico, no es reciente, aunque hace poco se acentuó más. En México somos muchos los historiadores, trabajamos bien, pero estamos atomizados. Además, nos hemos especializado tanto que hemos cancelado la posibilidad de comunicarnos mejor entre nosotros mismos y con lectores de historia. Perdimos la noción de “historia proceso” en aras de la “historia acontecimiento”. No trabajamos en temas que abarquen una temporalidad larga por hacer cosas puntualmente bien documentadas, rigurosamente realizadas, pero que quedan en pequeñas apostillas. Migajas, dice un colega francés: la historia en migajas... Eso es lo que nos ha llevado a una crisis que habrá que superar; de otra manera caminaremos hacia una especie de Torre de Babel. Por lo pronto, debemos transmitir a los estudiantes la vitalidad de la historia, que no la vean como una materia árida, integrada por nombres, fechas y lugares, sino por procesos que convergen en el presente. (Rafael López)
Bienvenidos alumnos de segundo semestre, compartiremos este medio para la clase de Historia de México Uno.
A los 27 alumnos que estuvieron en la olimpiada de Historia, les agradezco mucho que hallan queridos ser parte de esto, aunque no fuimos todos siempre es reconfortante ver el hecho de que les gusta la materia y espero que no lo hagan a un lado. Cuídense mucho y ya nos estaremos viendo en quinto semestre.